http://www.levante-emv.com/deportes/2012/04/22/copa-levante-legitima/899197.html
La editorial L´Oronella y el levantinismo en pleno, son inasequibles al desaliento. Mantienen el fuego sagrado de la reivindicación, justa y necesaria, del otorgamiento oficial al Levante de la Copa de la República ganada en Sarriá en 1937, al Valencia, y que existe en las vitrinas de la sociedad. Ángel María Villar, presidente de la Federación Española de Fútbol, pidió asesoramiento a un destacado fascista quien, en su informe, no puso en duda la Copa del Generalísimo ganada por el Sevilla en Montjuich, en 1939, y negó validez a la del Levante.
Nuestro equipo ganó el torneo en la España Legítima. La España Republicana se estaba defendiendo del golpe militar, de la insurrección, y los lugares en que se jugó la competición eran regidos por el Gobierno legítimo. Todos los equipos que participaron en la competición eran de clubes legalmente constituidos y así reconocidos en el Federación Española. Todos pertenecían a Primera y Segunda División.
La Copa que ganó el Sevilla, club que fue beneficiado por el ejército de los llamados nacionales, con destinos de enchufados a sus futbolistas, y lo que le permitió jugar torneos andaluces y numerosos partidos amistosos, fue ganada por las armas y no por los votos de los ciudadanos. No le sucedió lo mismo al Betis que, para empezar, en los primeros días de lucha en Sevilla su local social fue casi destruido por un artefacto bélico. Algunos de sus jugadores tuvieron que exiliarse y otros acabaron en la cárcel franquista.
La Copa del Levante no la jugaron los dos equipos de Madrid ni el Athletic Club. La del Sevilla, tampoco. Y por supuesto, ni el Barcelona. Español y Valencia. Además de que este torneo comenzó a disputarse en plena guerra civil participaron en las zonas ocupadas equipos militares, que no tenían club. Verbigracia: Aviación Nacional, Recuperación de Levante, División 505 y 80 Compañía de Automovilismo. Este campeonato es, evidentemente, mucho más espurio, que lo pretendido por los asesores de la Federación. El Sevilla ganó la final en Montjuich con el equipo de enchufados; Bueno; Cayuso, Villalonga; Torrontegui, Félix, Leoncito; López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal. El Racing de El Ferrol, ciudad que aún era de todos, alineó a Alberti, que pertenecía al Madrid, Bertolí y Lelé, al Valencia y Gallart al Oviedo.
Las Cortes españolas reconocieron al Levante como campeón de la España Libre y, sin embargo, los componentes de la asamblea de la Federación Española de Fútbol, ¿demócratas? y entre ellos representantes de clubes valencianos, no dieron el sí al reconocimiento. Me gustaría saber qué opina sobre este asunto el actual presidente del club, Quico Catalán, que, a la sazón ha pasado a formar parte de equipo de Villar en la Federación. Me produciría urticaria que le diera repelús luchar por el título republicano que es legítimo.
Nuestro equipo ganó el torneo en la España Legítima. La España Republicana se estaba defendiendo del golpe militar, de la insurrección, y los lugares en que se jugó la competición eran regidos por el Gobierno legítimo. Todos los equipos que participaron en la competición eran de clubes legalmente constituidos y así reconocidos en el Federación Española. Todos pertenecían a Primera y Segunda División.
La Copa que ganó el Sevilla, club que fue beneficiado por el ejército de los llamados nacionales, con destinos de enchufados a sus futbolistas, y lo que le permitió jugar torneos andaluces y numerosos partidos amistosos, fue ganada por las armas y no por los votos de los ciudadanos. No le sucedió lo mismo al Betis que, para empezar, en los primeros días de lucha en Sevilla su local social fue casi destruido por un artefacto bélico. Algunos de sus jugadores tuvieron que exiliarse y otros acabaron en la cárcel franquista.
La Copa del Levante no la jugaron los dos equipos de Madrid ni el Athletic Club. La del Sevilla, tampoco. Y por supuesto, ni el Barcelona. Español y Valencia. Además de que este torneo comenzó a disputarse en plena guerra civil participaron en las zonas ocupadas equipos militares, que no tenían club. Verbigracia: Aviación Nacional, Recuperación de Levante, División 505 y 80 Compañía de Automovilismo. Este campeonato es, evidentemente, mucho más espurio, que lo pretendido por los asesores de la Federación. El Sevilla ganó la final en Montjuich con el equipo de enchufados; Bueno; Cayuso, Villalonga; Torrontegui, Félix, Leoncito; López, Pepillo, Campanal, Raimundo y Berrocal. El Racing de El Ferrol, ciudad que aún era de todos, alineó a Alberti, que pertenecía al Madrid, Bertolí y Lelé, al Valencia y Gallart al Oviedo.
Las Cortes españolas reconocieron al Levante como campeón de la España Libre y, sin embargo, los componentes de la asamblea de la Federación Española de Fútbol, ¿demócratas? y entre ellos representantes de clubes valencianos, no dieron el sí al reconocimiento. Me gustaría saber qué opina sobre este asunto el actual presidente del club, Quico Catalán, que, a la sazón ha pasado a formar parte de equipo de Villar en la Federación. Me produciría urticaria que le diera repelús luchar por el título republicano que es legítimo.
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